Dos décadas después de su último disco, Pink Floyd publica el 7 de noviembre un nuevo álbum, "The Endless river", recopilación de canciones antiguas pero inéditas, con arreglos frescos, con los que pone punto final a su discografía. Aunque el título "El río sin fin" sugiere el infinito, se trata del último disco de la banda, prometió el guitarrista David Gilmour, de 68 años, responsable del proyecto con su viejo amigo en la batería, Nick Mason. Concebido como un homenaje al teclista Rick Wright, que murió de cáncer en 2008, el álbum se basa en las tomas descartadas de "The Division Bell", lanzado en 1994.
"The Division Bell" estaba destinado a ser un álbum doble con una parte instrumental. Pero por falta de tiempo, mucho material quedó fuera. Hasta que Gilmour y Mason decidieron recuperarlo hace dos años, añadiendo "unas pocas guitarras aquí, un poco de batería por allá" y volviendo a grabar algunas partes.